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El Valle de Zillertal es uno de los valles más extraordinarios y sorprendentes del Tirol austriaco, y en él se ubican algunas de las estaciones de esquí más impresionantes de Europa. En conjunto, son varias instalaciones invernales que, unidas entre ellas gracias a los pueblos a las que pertenecen, forman un enorme y formidable dominio esquiable.
En los pueblos y villas que conforman esta región, se puede saborear de un ambiente típico muy agradable que el turista puede disfrutar de miles de maneras, aunque es en invierno cuando la vida en estos lugares es mas latente, gracias al glaciar de Tux y la estación de Zillertal Arena entre otras instalaciones invernales que forman el Valle de Zillertal y al que se acceden desde el pueblo de Finkenberg, con remontes que te pueden dejar en la cota 3.000 y con cientos de kilómetros de pistas conectadas con pueblos y valles como Eggalm y Penken.
Rodeado de numerosos tres mil y por las imponentes montañas de los Alpes de Tux, Tux el Main Ridge y los Alpes de Zillertal y Kitzbühel, el Zillertal ofrece una panorámica única. El punto más alto en el Zillertal es el Hochfeiler con 3,509 metros verticales.
El Zillertal consta de 25 municipios con un total de aproximadamente 33.500 habitantes y cubre un área de 1098 km². Su nombre es el valle del río Ziller, que atraviesa el Zillertal de sur a norte y desemboca en el Inn at Strass. El Ziller también separa las diócesis de Innsbruck (anteriormente Brixen) y Salzburgo, que se refleja en los colores de las torres de las iglesias. En el lado izquierdo del Ziller, las torres de las iglesias brillan de rojo, mientras que a la derecha, brillan en verde como parte de la Archidiócesis de Salzburgo.
Los escritores de viajes comenzaron a describir a Zillertal como una región a principios del siglo XIX. El Zillertal les debe su temprano renombre suprarregional. Especialmente en las ciudades, el interés creció para conocer este impresionante paisaje. Más y más invitados llegaron al valle, surgieron las primeras estructuras turísticas. A mediados del siglo XIX, la construcción de caminos y chozas marcó el nacimiento del montañismo como deporte popular. El Zillertal fue rápidamente considerado uno de los principales destinos para el alpinismo y, en general, representaba un lugar de veraneo relajante y al mismo tiempo lleno de acontecimientos.
Hace solo unos 100 años que comenzó el turismo de invierno. En 1949, se construyeron telesquís en Lanersbach y Hintertux. Esto es seguido en los años 50 por Penkenbahn y Gerlossteinbahn.
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